Caníbal

Las telenovelas son aburridas, la radio cuenta una orgía y el celular está mudo, como todo en este cubo. El cielo ya no está gris, pero adentro llueve. Las mirandas virtuales fueron quemadas, no tiene ni una luz de emergencia y el incendio consumió la casa, de ella solo quedan ardientes brazas que amenazan con quemar el cielo.

El domingo va a ser el velorio de esa muerta. Rogó que se la tire sobre el pasto y se olviden de su nombre y todo lo demás es polvo de estrellas. Y si usted quiere, traiga un poco de su mentira y uno de esos besos en el cuello, que tan ricos le salen; está invitado a este picnic totémico.