Me desanimo fácilmente. Intento no voltear para ver como te vas, no quiero que te demores en mentiras de miradas ni en sonrisas enroscadas, el tiempo me enseño a ser distante, tengo claro que en este juego se puede perder mucho. Escucho que decís algo pero no logro (No quiero) entender. Mientras me alejo, meto mis sentimientos en una bolsa y los tiro en el primer tacho que encuentro, junto con un par de caricias y unos besos tuyos que me resultaron demasiado dulces. Disimulo mi cara de fantasía e intento perder mi mirada entre la gente.
Para asegurarme de estar a salvo me voy de la ciudad, me oculto a unos cuantos años luz cosa de que la piel no me juegue una mala pasada e intento recomponer el cielo de papel que decora el techo de mi cuarto. En la quietud de la marea, descubro mensajes ocultos y ojos en mi cuerpo. Te siento dentro, al lado, en aquel rincón, del otro lado de la ventana, en el espejo, en otro mundo...te siento y me quedo helada, lo pienso y en secreto regreso. Allí te encuentro, sentado entre las reinas de tu caja de Pandora, con otro modelo para armar y una nueva estrella desconocida cumpliendo el papel protagonico de la peor película del mundo, golpe bajo para una soñadora que falló en su ultima misión.
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