domingo, 27 de mayo de 2012

Grises

La gente de ciudad es gente rara, son seres temerarios y llenos de mitos que creen que el mundo se reduce a ese océano de calles en el que naufragan. Son como pequeños bichitos que se escurren entre los huecos del cemento y no se arriesgan a salir de su habitad, tan temerarios que crean historias y se esconden entre cajas de zapatos ¿Podes creer que le temen a la lluvia? Se esconden de ella, corren, se escapan! Es como si pensaran que las gotas pueden desintegrarlos o algo así, y van con sus paraguas caminando de mal humor, mirando de mala gana a los locos que nos animamos a saltar sobre charcos.
No los juzgo, yo también me volvería de carton si a mis ojos le negaran la noche estrellada y a mis oidos la musica de las mañanas. Me dan lastima, porque no conocen la locura del viento en las ideas y la tierra en los zapatos, yo creo que esos magicos detalles son los que nos hacen seres... algún día los voy a invitar a tomar unos mates y les voy a explicar.

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