Antes de dormir, me acerque a mi biblioteca, sin pensar abrí un libro que tenia delante de mi cara y encontré las palabras justas en una carta que no recordaba, volví a escuchar esa tonada amistosa:
"Nena, nunca terminamos de luchar. Se que siempre estarás al pie del cañón. No permitas que nadie te diga que es imposible, tú dale pa' lante que seguro llegaras..."
Resolviendo así, el conflicto que hace días me pone la cabeza en otro lugar, fue inevitable llorar frente al rectángulo de cartón, sentir el dolor de no tenerla cerca para darle un abrazo, ni siquiera puedo llevarle una flor y eso me destroza.
La verdad es que siempre deteste esos blogs tipo diario intimo, pero hoy, una vez más, necesito contarles de Lore...no tengo la menor idea si alguien me lee y si importa, solo sé que tengo una amiga que siempre me visita a pesar de la muerte.
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