lunes, 12 de octubre de 2015

No te roban las paralelas

Anoche me robaron el cumulo de palabras que hablaba de mis viejas memorias y los viajes estelares. Se quedaron con las historias que vivieron todas mis Marias, los lamentos de mis Juanes, las declaraciones de las Natalias, los vinos de los Pedros, las cartas de los amantes, los vómitos de mi inconciente, las historias de histerias, los llantos de mis vidas, mis amores no correspondidos, las claves para tu amor, las recetas de locura, las instrucciones para vivir.
"Me robaron todo!", pensé, pero rápido recordé que por suerte tengo un mundo paralelo donde siempre escondo algunas servilletas escritas en bares de otras dimensiones.

Viajera

Llegué a tu día con mis ojos llenos de alba
la maleta cargada de rosas y la brisa fresca.
Bañé con rocío todas tus hojas,
dormí sobre los prados enredada en tus ideas.
Desnuda nadé en los rios de tu locura,
descalza corrí sobre tus temores.
Llegué a tu vida con mis labios repletos de ganas,
el alma flotando en tu nada.

sábado, 12 de septiembre de 2015

nota 3

Silencio.

nota 2

Los dolores de alma me dejan sin aire, sin voz y sin color.
Vos me dejaste sin vida y sin valor de seguirte en la muerte.

nota

Efectivamente, estoy muerta.

miércoles, 19 de agosto de 2015

De acuerdo a lo planeado

Gladys está en un café, jugando con un corazón de azúcar, mirando por la ventana, escuchando canciones de radio. Espera que Hugo pase a buscarla para ir a ver la casa grande y soñada que pretenden comprar para comenzar una nueva vida. Ya tiene el vestido blanco, los anillos, los boletos de luna de miel, hasta tienen pensados los nombres que van a ponerle a sus cinco hijos. Hugo ya imaginó su biblioteca, con estantes para sus trofeos de fútbol, su sillón para ver los partidos de river y el auto ideal para ir  a sus primeras vacaciones a Mendoza. Gladys, por su parte, ya sabe los colores de los que va a pintar cada cuarto, que tipo de cortinas va a poner en cada ventana y pretende una cocina industrial para poder dedicarse de lleno a la pastelería. Ella no está de acuerdo con la biblioteca futbolera de Hugo, pero una vez viviendo piensa darle la vuelta para quitarle ese territorio. Todo tiene que salir como en sus sueños, tiene la edad justa, tiene el vestido, tiene el novio, va a tener la casa, próximamente el perro, luego los hijos, y su deber social como mujer va a quedar completo al cien por cien. Ya no más reuniones familiares donde ella sea la soltera, ya no más temores de morir sola. Sabe que Hugo no es el amor de su vida, pero "a esta alturas de la vida, ya una no se puede poner pretenciosa, mi querida..." dijo su abuela cuando conoció a Hugo. Y probablemente, Gladys sea feliz, o no, eso no importa, porque tiene treita y largos, y la casa, los hijos y el perro.
De repente, un tipo entra al bar, un poco desprolijo, con ojos llenos de cielo y perfume de mundo. Torpemente tira sus cosas al piso y se acomoda en la mesa frente a la suya, llama al mozo y pide una cerveza. Gladys, muda, lo observa. Hay un efecto de imantación que ella no puede resistir, no logra respirar ni salir del rostro del extraño, no sabe si es el efecto de la luz, el efecto del tiempo, pero nada le importa más que saber algo de ese completo extraño que de golpe levanta su rostro y la mira. El recien llegado le sonrie, se levanta y le pregunta si puede sentarse con ella. Está tan hipnotizada que la pobre no puede ni modular un "Si", y con un torme gésto acepta su compañia. Se presenta, sonrie todo el tiempo, habla de su mundo, de los perfumes de la vida, habla y Gladys se fascina, se pierde con él. 
Hugo va a llegar en cualquier momento, tiene que ir a ver la casa, tiene que terminar con los detalles del vestido y proyectar lo de los hijos, pero el extraño...

Juego

Hoy quiero jugar a que no me atrapas. Quiero demostrarte que corro mil veces más rápido que vos, que vuelo mil metros más alto que vos. Quiero que notes que mis muros son firmes y que no vas a lograr (jamás) conquistar el reino que atesoro en mi centro. Por eso hoy quiero jugar a destruirte la ilusión, quiero que camines cerca mio y sientas como el aire te falta, como el corazón se acelera y mi mirada no te roza. Quiero mostrarte que soy el lado oscuro de tu día, que no vas a lograr verme a la luz ni con los ojos cerrados, que de mis labios no vas a poder beber un agua dulce y que mi voz nunca va a sonar para vos.
Hoy voy a jugar, una vez más, a mi juego de roles, a ser una estatua, a matar el impulso de quien no tenga la fuerza suficiente de romper con mis barreras, quien no tenga la fuerza de quitarme el aire y ponerle color a mi piel, quien no pueda descongelar mis labios y calentar mi sangre, volarme a la luna y tocar lo que escondo en esta caparazón que me he armado para parecer la cara oscura de la luna. Hoy voy a jugar a matarme lentamente, a matar tus esperanzas, a quedarme encerrada de este lado de mi barrera. Pero si por ahí, fallé en este tiro, si vos lees mis instrucciones, o me haces un poco de trampa, puede que mi juego caiga y sea yo quien pierda ante tus ojos, que logres llenarme de cielo y de ganas, que nuevas canciones me arranquen la sonrisa y pueda bailar a tu ritmo. Pero si no lees bien mis instrucciones y sabes que no hay instrucciones, perdes!

miércoles, 12 de agosto de 2015

Desdoblada

Cada tanto vienen las ideas, la tormenta que se arma en el lado vacio y la neurosis que genéro para evitar que las cascaritas de la herida se me salgan y empiece de nuevo el sangrado, no alcanza.. Nada te alcanza. Pero hay días que es innevitable, algo roza mi lado oscuro y lloro, y me siento triste, y te extraño.
Esta vida desdoblada, con una careta y una capa. En los bolsillos guardo respuestas armadas, en la cabeza llevo fotos de nuestros días, en mi boca tu gusto a porro. Una parte de mi, siempre está ausente, porque se fue, te la llevaste, me la arrancaste, me desgarraste... y eso me hace una mujer rota, pero de pie.
Esto es simplemente otra carta a tu muerte, a mi muerte. Un monton de oraciones que susurro para que no me escuchen, un papel que encontraré algún día revisando cajones para poder encontrarte.

lunes, 10 de agosto de 2015

Del amor y otras yerbas

-No tengo paraguas, odio los paraguas y a la gente que los usa. También me molesta que se quejen por la lluvia, a mi los días grises me parecen mil veces mejores que los soleadospositivosenergicomentirosos. Me pone mal que me arruinen el silencio, detesto que no sepan tener sus picos cerrados y admirar la inmensidad de la ausencia de sonido alguno. Ya sé que soy un poco rara y mal llevada, Roberto, pero si vos me elegiste de entre el montón, sabelo que esto no va a cambiar.- Rosa lo miró fijamente y entonces, Roberto la agarro de los hombros y la abrazó, a él le encantaba caminar bajo la lluvia con paraguas, pero si esa era la concesión que debía ceder ante el amor, estaba dispuesto a prenderlo fuego si Rosa lo pedía.

A usted le hablo, Señora!

Si usted se deja llevar por el miedo, se queda toda la vida esperando al borde  de la pileta y nunca se anima a mojarse mas que un dedo del pie. Dejé de pensar tanto, hágame caso, cuente hasta tres y dese un chapuzón!

miércoles, 15 de julio de 2015

Helados

Las noches de invierno siempre inspiran una necesidad de no saber que, pero necesidad en fín. La cama siempre se vuelve el lugar favorito para hacer la revolución, y la taza de té siempre se enfría por el descuido e irse con algún transeunte que pasó por la ventana. En invierno llega y nos encuentra siempre desnudos, nos atrapa en recovecos donde encontramos pequeñas historias con pequeños seres, nos quedamos con las manos en los bolsillos y las bocas besando bufandas. Yo no sé si es l invierno o es el tiempo, pero la paz de esta ola polar no duele en la piel y alimenta mi alma.

sábado, 11 de julio de 2015

Ernesto, un gato

La luz del sol entra por mi ventana, el gato mira las moléculas de polvo que flotan suspendidas en el aire, emulando la nieve en las montañas, se estira y cierra los ojos, mientras enciende el motor de ronroneo que pone a vibrar mi pierna. Todo está en silencio, todo está dormido bajo el efecto del invierno. Mi nariz está fría, mis ideas revueltas por los sueños traumaticos de la noche, mi cuerpo es un tronco que no puedo mover fuera de la cama, la ola polar hace difícil el momento de desnudarme de frazadas, y el gato ronroneando al lado no me ayuda a querer incorporarme al mundo.
La mente en blanco dibuja en el aire un montón de ideas desordenadas y mudas, me niego a tener que ponerme la ropa de adulta, me gustaría ser el gato y quedarme todo el día así, ronroneando en la cama, mirando puntos de fuga y alertando la presencia de fantasmas polvorientos en los baños de luz de las ventanas. Lo acaricio despacio, intento correrlo de mis piernas pero no hay forma, mi gato no quiere abrir sus ojos ni quiere que yo le quite su colchón que son mis piernas. Sus garritas atrapan tiernamente a la mano molesta que lo arrastra a un costado de la cama y me siento el peor ser del mundo por estar apagando su motor ruidoso de paz. Suena la alarma, tan estridente y fastidiosa, Ernesto pega un salto y se estira, me mira obligándome a hacer lo mismo. Abruptamente se rompe el cristal de silencio que hacia de la mañana un mundo gatuno y feliz. Soy humana y con una sola vida, y él es gato y quiere salir a caminar por los techos.

Seres irracionales

Lo efímero de lo eterno. Nada se petrifica, ni el amor ni las palabras, el cambio constante de cada dimensión, el salto de la mente y el giro desestabilizador, el efecto random de lo inexplicable e ilógico; porque la vida no tiene lógica ni explicación alguna, solo sucede, como una tormenta en el océano, como un choque de estrellas. 
Y el fin, la muerte. Final ridículo al cual nos acercamos sin predicción pero con negación, final al que resistimos  y nos re-negamos, pero que no es posible esquivar.
Pero ante todo, comprender lo efímero de cada instante, del amor y de la vida, lo poco que dura la molécula de felicidad, lo poco que dura el huracán, la corta calma antes de que el edificio dinamitado de nuestra mente se desplome y caiga hecho trizas por todo el universo. No nacimos condenados, ni podemos atesorarnos lo que nos hace seres libres, pues, lo único que genera eternidad y reivindica nuestra eternidad son la ideas, esos bichos raros de patas cortas que se nos escurren por los ojos y nos mueven a revolucionar, que se sueltan de la propiedad intelectual y se plantan en tierras inhóspitas y fertiles, las únicas que gritan sobre nuestras tumbas, y que a fin de cuentas son nuestras de una forma fugaz; porque de contradicción estamos hechos.

lunes, 29 de junio de 2015

Dia cero

Las luces ya no encendían y no habia más calor de estufas. Lo que fue mi refugio ahora era una heladera oscura. Dejé las llaves en un rincón, acomodé las cosas que queria dejar encerradas en esa tumba que fue mi hogar. Miré la soledad a la luz de la ciudad, prendí y apagué los recuerdos que quería dejar ahí guardados. Recuerdos dulces y salados, amargos. Ahora la oscuridad era literal, me manejaba por los recuerdos, como una ciega, calculando los pasos para no chocarme las paredes.
Recorrí cada habitación buscando cada vivencia que quería reproducir por una ultima vez. Te abracé por  una ultima vez en la cocina, te vigilé en el patio, mientras fumabas, te busqué en el rincón tirado en el sillón. Fui a la habitación y revisé el placard, acomodé los cadaveres por el piso, me miré en la cama muerta, escuché las discusiones, las risas, lo que ya no existe. Llegue a la puerta, me quedé parada una ultima vez escuchando al vecino de arriba hacer ruidos con los muebles, mirando mi reflejo oscuro en el espejo de la puerta del baño. Mi casa esta vacía, yo estoy vacía y sin valijas. El silencio del invierno y el adiós. Cerré la puerta de una vez y para siempre, me fui a un nuevo lugar a empezar de cero, de nuevo, un hogar que ya no sea una hoguera. Me fui y dejé encerrado en el viejo departamento un montón de fantasmas, toda la tormenta que me quitó el aire, me fui con el cuerpo lleno de heridas pero con una nueva cara. Me fui, para seguir viva.

miércoles, 10 de junio de 2015

Mudanza

Cambiar de casa, cambiar de hogar, cambiar de aire, cambiar de cielo, cambiar la perspectiva, cambiar las paredes, cambiar de techo, cambiar de aroma, cambiar de calor, cambiar de tonos, cambiar de barrio... CAMBIAR. 
Hoy empece el tortuoso trabajo de meter mis cosas en casa, de pensar que es lo que quiero llevar conmigo y que quiero tirar a la basura. Me voy de la que fue mi casa en los últimos 2 años, y siento que es un alivio, siento que, aunque suene cliché, empieza una vida nueva. En el ultimo tiempo, esta casa fue el escenario de la etapa más oscura de mi vida... como también contiene recuerdos hermosos, retiene el ultimo gajo de vida que fui capaz de sentir. 
Todo es ambiguo, antes llegar a casa era un alivio, después de la catástrofe no quería salir de estas paredes, y hoy en día no quiero llegar nunca a mi casa, no quiero ni siquiera sentarme en el patio y mirar las plantitas que con tanto amor arreglé. Pero, como estoy aprendiendo, es hora de soltar, de dejar ir, de empezar una vez más.
No voy a decir que mi vida va a ser nueva en mi próxima casa, no quiere decir que voy a volver a ser la de antes, ni que voy a ser la mujer más feliz del mundo, pues, una casa no te cambia de historia ni de mambos! Simplemente, en días empiezo una nueva etapa, empiezo de nuevo, con ganas, con nuevos cielos, ventanas a rascacielos, nuevos personajes y las cosas de mi casa anterior que quise guardar. 

lunes, 25 de mayo de 2015

Cadáver

Tardes de sol y silencio, rincones del cuerpo que tienen memoria y charlas viejas que se asoman por las comisuras de sus labios secos. Todos hablan de sus monstruos y el desamor, pero ella solo mira los pájaros que vuelan. Sobre su piel se cuentan historias que en sus ojos se dibujan. Terremoto espasmódico viste por risa, manos heladas que caminan por los fuegos. "Te puedo amar por el simple hecho que me endulzas el alma, me llena." escribió en una pared de una calle cualquiera. Sueña con el mar, mientras se pierde en el humo dulce que sale de su boca, sueña con volar.

El jardín de atras

La tormenta dejo todo empapado de paz. La perspectiva después de esta oscura noche de rayos y miedo, de terror ante lo efímero de nuestra humanidad. Ahora esto es un jardín pacifico, renaciente y cargado de un silencio sanador. Del agua caída se creo barro pero también vida, pequeños charquitos que reflejan el cielo, donde flotan esperanzas, donde nos paramos a mirar nuestros ojos. La lluvia lleno de vida las plantas, llenó de fuerzas, bañó cada hoja, cada pétalo. Pequeñas gotas aun resbalan sobre los tallos, pero el sol ya esta arriba para empezar a secar los cuerpos.
La tormenta pasó y ahora hay un nuevo cielo, tranquilo, pacifico. 
Un cielo, tu cielo, mi cielo.

domingo, 26 de abril de 2015

Aunque ya no te espero

Recuerdo perfectamente la ultima noche que viniste a mi casa. Me acuerdo que, para amortiguar tu ausencia me metí en la cama, me quede dormida y desperte con el celular que gritaba sin parar. Me llamabas, estabas en la puerta. Todos mis malos pronósticos hicieron agua, te tenia en la puerta de mi casa esperando a que te abra, que te deje pasar. Me levanté de un salto, me puse lo más linda que pude, me olvide de peinarme y me había quedado pasta dental en el cachete.
Quería impresionarte, quería que te quedes conmigo para siempre. Fui a la puerta y trate de que no notaras que había estado durmiendo, ni bien me besaste me preguntaste porque no te espere despierta; puse una excusa estúpida, no quería confesarte que todo el tiempo esperaba que me rompieses el corazón. Desde que pusiste un pie dentro de mi departamento, no pude salir de tus ojos, habían pasado días desde la última vez que nos habíamos visto, y era insoportable las ganas de besarte que tenia. Estabas verborragico, destapase una cerveza y te acomodaste en mi sillón. Ibas al patio, prendías un cigarrillo, te quedabas callado, volvías, me quedaba perdida en tu boca, me mirabas con esa mirada picara, nos quedábamos mudos, destapábamos otra cerveza. Hablamos, hablamos como si hubiéramos sabido que esa iba a ser la última vez que nos ibamos a ver. Todo el tiempo tenía ganas locas de abrazarte, de besarte, de que nos quedáramos así para siempre... con vos quería que sea para siempre.
Amaneció, seguíamos hablando como dos quinceañeros. Fui hasta la cocina y me escondí tras la puerta, y me quedé espiándote, estudiando tu cara de distraído. Notaste mi escondite y viniste corriendo, me atrapaste por la cintura y me diste el beso más lindo que jamás me habían dado, me acuerdo que me hablaste en el oído; me dijiste lo que yo nunca fui capaz de decirte "te extrañé", Nos besamos, nos unimos en nuestras pieles, todavía siento tu perfume y como me golpeaba tu respiración. Te abracé, me aferré con todas mis fuerzas, quizá tratando de que sientas lo que nunca fui capaz de decir. Sonó el despertador, y nos teníamos que ir, sin dormir. En la esquina te despedí, queriendo que no te vayas, esperando a que vuelvas al otro día...
Hoy te espero, aunque sea en un sueño, y como hace un año atrás, abrázame y besame, contra todos mis malos pronósticos, y mi desesperanza, vení.

Mudez

Creo que se me fue hasta la imaginación. No hay una palabra que no sea un corte en la piel, no hay poesía ni literatura. Estoy muerta, estoy literalmente muerta.

sábado, 14 de febrero de 2015

No está muerto quien pelea.

Le herida de muerte me tiro en un pozo dos metros bajo tierra. El tiempo ayudo a que mis pedazos, mal que mal, se uniera y así, de una vez, pararme sobre mi propia tumba y emprender un camino en una nebulosa oscura. No tengo idea si piso sobre el suelo o sobre el cielo, veo poco alrededor, pero de vez en cuando dejo que me alcancen algunos rayos de luz y optimismo, que me iluminan hasta que mis heridas empiezan a sangrar y mis cachos se desparraman por el mundo en una explosión de cansancio y sentimientos.
No entiendo nada, no sé que fue lo que paso ni donde estoy ni donde quedo esa que era feliz, que intentaba planificar un futuro, que sentía, Tengo agujero, huecos infinitos que me quitan el aire, que con el viento ayudan a perder mi estabilidad. También tengo la certeza de que tengo que caminar para adelante, que por más que se me estén cayendo los pedazos tengo que seguir, que por mas que las piedras me patean la cabeza, tengo que seguir. Tengo un montón de gritos cuestionadores, tengo una docena y media de dagas que se me fueron clavando en la carne, tengo la energía agotada y no tengo idea de donde empezar de nuevo.
Me quedé muda, la procesión va por dentro pero ya he decidido no verbalizarla. Aveces las palabras se me acumulan en nudos amargos, pero encontré la solución de pasarlas con alcohol y vomitarlo todo al rato... vomitar hasta quedarme vacía, hasta sentirme libre, liviana.
El acto repetitivo de caerme y levantarme, una y otra vez, cansarme y obligarme,  agarrar los cachos que quedan y arrastrarlos, no dejar que se queden en la tumba, no mirar atrás y solo permitir el recuerdo en un silencio lejano. trastabillar y desparramarme contra el piso, pero seguir, sin un sentido, sin un porqué, seguir.
Espero algún día encontrar el comienzo de la nueva vida, espero que en las caídas no termine en otro pozo. Estoy sola y tengo miedo.