Alejandra despertó sintiéndose asfixiada, su tolerancia se esfumo con el roció de la madrugada. Se harto de la gente hipócrita que envenenaba su aire, de los sin escrúpulos que se apropiaba de ideas que le daban vida a su cabeza, de las personas que disfrazaban pesadillas, decorandolas con ilusiones. Tambien se canso de los hombres que jugaban en su cabeza y hacían saltar su corazón, de las amigas que se cagaban en todo, de libros que ocupaban lugar en su bolso, de fotos con caras falsas, de los políticos corruptos, de teorías de izquierda que no comparte, de folletos que venden sueños irreales, de perfumes que solo le recordaban gente muerta que vive en un pasado enterrado, de voces egocéntricas que gritan para hacer sonar razonamientos débiles.
" Solo quiero liberarme de esto", pensó, abrazo su almohada mientras, mentalmente maldecía al maldito sistema, a la asquerosa sociedad y a toda la gente que le colmo su cabeza.
- Que pena que al poner un pie fuera de esta cama vuelvo a estar dentro del sistema, obligandome a censurarme miles de pensamientos, a suavisar palabras cargadas con sonrisas totalmente falsas, a poner el mejor tono en momentos en que mi mente colapsa y solo quiero gritarles verdades a esos ineficientes... en fin, termino siendo, de cierta forma, igual a ellos y tolerando un día mas este capitalismo, que me traga cada vez mas, matandome mentalmente.
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