lunes, 1 de octubre de 2012

Huracanes de la merienda

"... En ese mismo momento, Aleja supo que la tormenta se avecinaba y tenia que tener cerca un paraguas, porque esta lluvia le iba a inundar hasta los ojos, iba a poner a flotar la mugre que el viento había escondido y que el mundo se negaban a ver.
Curiosamente, esa madrugada desayunó la lluvia que imaginó y recordó que la luna tiene ese lado oscuro, misterio que se lee, que atesta de miedo cualquier tipo de ilusión. Re-descubrió ese costado cruel y real... Re-re-descubrió."

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