domingo, 28 de agosto de 2011

Y me borro

Mi piel camaleonica duele, molesta, se desgarra por el efecto bisturí de mis uñas y tus mentiras. Me desvanezco en la imagen de tu espejo con mis intentos de arrancarme de tu cuerpo gélido, sangrando a escondidas en tu placard, emparchando con lunares las pequeñas pinchaduras por donde mi luz se escapa, tapujando mis gritos con poemas verborragicos y reventados, observando como cavas mi tumba en el lado derecho de tu cama.
Se muy bien que a vos te encanta el paisaje de mi cuerpo blanco e imperfecto, de mis pechos desnudos, de mis piernas bailando en el techo y mi pelo enredado en tus ideas. También se muy bien que disfrutas de mis aullidos mudos del dolor agridulce que provocas en mi carne y veo como, perverso, sonreís mientras pisas mis pieles, esas que voy tirando por tu tierra y por tus calles; e intentas seguir los rastros de mi aroma a muerte, a rebeldía, a sexo derrochado, pero poco a poco voy quedando desnuda, débil a la invisibilidad y fuerte para tu imbecilidad. Me voy escurriendo entre tus palabras y tus cuentos de falso soñador que le canta a la revolución de las sabanas y las caricias guardadas en las cajas de zapatos. Me voy resbalando por tus manos hasta desaparecer.

1 comentario:

Pablo Distinto dijo...

Como siempre. Una belleza.



Impresionante May!


Saludos


Pablo Terrible