lunes, 1 de agosto de 2011

Sin fin

Es la sombra están las ganas revolcándose con el miedo,
es el lado oscuro de la luna invitando a saltar en la noche,
son los brazos perdidos jugando en los cuerpos.
Es el sexo, la droga secreta de la cual el mundo se hace adicto
es la noche la escena mas deliciosa que los amantes ansiosos inventan a toda hora.
Es el no ser, el que cierra los ojos e inventa una vida,
corretea por los pliegues de la piel, madurando tu cuerpo como fruto prohibido.
Son las palabras, esclavas dagas que se escapan de la dialectica para amarte, matarte, hablarte.

1 comentario:

Pablo Distinto dijo...

Quizás se pueda destrabar la inmutabilidad del ser parmenídeo, recorriendo las dialecticas de este escrito.


Saludos May


Pablo Terrible