miércoles, 16 de septiembre de 2009

La lluvia

La lluvia lava las calles, arrastra las hojas, llena de vida a la primavera naciente. Una tarde tranquila, sin ideas profundas, sin sentimientos dolorosos, totalmente ausente la tristeza, el anhelo o los sueños.
Lentamente todo tomo su rumbo, la vida de Violeta volvió a la monotonía, ya no hay exaltaciones, jugos, sonrisas, caramelos, amoríos. Ya no esta Joel, ya no esta su pensamiento, ni su reflejo... no ha quedado ni la sombra ni sus dedos marcados en la pálida piel de Violeta. Todo lo que quiso, lo que estaba en sus brazos, se esfumo.
Primero gozó, luego sufrió. Después el dolor, seguido por el llanto, que fue seguido por ojos rojos con lágrimas de bronca y por ultimo el cielo. Nada es tan terrible, nada es tan verdadero. Solo su cuerpo, sola su alma.
Pobre de ella! Solo yo soy testigo omnisciente de esto. Solo yo se lo que padeció, lo que odio saber la verdad, lo que el maldito Joel mato con su infidelidad. Yo y nadie mas que yo, puedo explicarte la bronca, el asco, la decepción y lo idiota que Violeta se sintió. Que ingenua, no puedo ni mirarla al espejo, no puedo entender como pudo perdonar alguna vez este tipo de atropello, como entro en juegos tan enfermos. Que idiotas!
Pero hoy, vamos a volver a ser una, no mas separaciones, no mas dicotomías. El olor del jazmín del patio entra por las ventanas de nuestra habitación, la cama esta armada y el café con leche espera en la mesa, junto con el libro que nos regalaron para nuestro cumpleaños. Hoy, bajo la lluvia volverá la seguridad de ser y el valor de actuar.

3 comentarios:

... dijo...

La lluvia me refresca
me limpia el alma
Espanta la agonia
devuelve a mi ser la calma...

... dijo...

Yo siempre pense que la lluvia es angustia del mundo.Que son lagrimas evaporadas lloviendo mezcladas para darle la don del "anonimato" a los que sufren.

Anónimo dijo...

Amo la lluvia.