domingo, 15 de septiembre de 2013

Y llueve

Un domingo ya es una condena de muerte, es un dedo en la llaga que nos visita cada 7 días, viene a atravesarnos con la quietud, a ponerle eco a los recuerdos y doblar las horas. Pero, un domingo lluvioso puede ahogarnos, cada minuto la ventana se vuelve más grande, los segundos mas lentos y no hay película que nos salve. La cama es un pozo ciego y el mate se enfría en los pensamientos. Somos espectros que se pasean en piyama de una ventana a la otra, de la cama al sillón y del sillón al escritorio. No hay buenas ideas, no hay música mas que la lluvia, no suena el teléfono y nadie va a venir a tocar el timbre para charlar un rato.

1 comentario:

Pablo Distinto dijo...

Bueno que decir; ya tengo en claro que usted escribe muy bien. Por eso mismo siempre trato de hacerme un tiempo para pasar por aquí y ver como se siente que "La cama sea un pozo ciego y el mate se enfríe en los pensamientos". Pedazos de tiempo.

Saludos May.