jueves, 5 de septiembre de 2013

Sin amantes

El viento silbaba en la ventana, día gris que anuncia el final, la destrucción del mundo, la ultima flor en la tumba de lo que fueron. La decisión estaba tomada, ya no había marcha atrás, las cosas habían ido muy lejos, tan lejos hasta perderse en el bosque encantado de las mentiras y el juego ya no tenia reglas parejas. Ya no existia puntada que duela, ni quedaba sangre por derramar en esta guerra de egos, ojos cerrados y tiempos lejanos.
Leopoldo siempre había sigo un gato negro, siempre habia calculado los golpes exactos para no matar pero controlar los hilos de una marioneta que no era. Irene una soñadora laberíntica, perdiendo en su mentira de insensible. Siempre supieron que todo terminaría con caras largas y excusas estúpidas. Siempre supieron que el futuro no iba a ser mas que un cruzarse y no mirarse, no recordar ni guardar las fotos de las mañanas en las que inventaban un amor de radiografías de huesos rotos, era un juguete roto que no se tira a la basura pero no se juega porque nadie lo quiere.
Ahora distancia, desiertos, rencores. Eso son, eso queda. Otra historia con principio y final, con mentiras y desamor. Leopoldo sin Irene, sin amor, ni dolor. Irene sin Leopoldo, sin esperanzas, sin preguntas ni respuestas. Otra historia.

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