lunes, 11 de julio de 2011

Intimida

Tus ojos pesan en las espaldas de las letras, se filtran por el espacio de las palabras y las ideas se sienten amenazadas, estudiadas como si fuesen marcianos rencien bajados de su nave espacial. Entonces el texto se vuelve inseguro y todo es inestable, y tus ojos pesan, tus preguntas enloquecen y mi imaginación se inhibe, se pierde.
Me cuesta, me desgarra la mente, las palabras no me alcanzan. Las historias de amor se vuelven cuentos de terror y los poemas son un cumulo de palabras sin decoro, escombros de la verborragia que me habita.
Pero lo intento, in-visibilizo la critica, desmonto mis hojas, atesto el aire de suspiros y me animo a enfilar las letras, afilando ideas, cortando tus ojos negros que cuelgan de la pantalla y ser una kamikaze visitante en tu mente, para ponerte a bailar al ritmo de mi locura, para tirarme en caida libre desde mi constelación y caer en tus neuronas, provocando una explosión de estrellas, un delirio interespacial que te droga, te endulza.
No me importa si no logro poner tu sistema nervioso en accion, no me importa si no me entienden entre lineas, porque esto no es lo que esta del otro lado, esto es lo que esta acá, es lo que la caída libre me regala, es el reflejo de la luna en mi piel, es el aroma de mi libertad. Estos es.

1 comentario:

Pablo Distinto dijo...

Salto al vacío, incondicional: y éste escrito me permite flotar.



Atte:


Pablo Terrible