domingo, 3 de julio de 2011

Escondidas

El silencio se prolongó más de lo esperado. La necesidad de sentir me llevó a buscar desesperada-mente en los rincones, por atrás de los cuadros, por dentro de mi cuerpo, por algún puto lugar del mundo. El cielo se agotó y mi reloj de luna no funciona ya.
Todo fue en vano, mi crisis existencial continuo en caída libre y tengo la sensación que al final del día no voy a encontrar los abrazos acogedores de tus palabras, no voy a poder sentir más que la muerte de mi tiempo, los suspiros pegados contra mis paredes, mis ojos desolados sin un paisaje digno.
Creo que ya he desgastado los recuerdos, las canciones se han agotados, ya no me queda chance de sobrevivir al invierno. Entre los gritos mudos me resguardo en la soledad y en el secreto de extrañarte de manera prohibida, de quererte a las espaldas del mundo.

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