Alguna vez me encantaría que alguien me lea, que verdaderamente me lea. Anoche moría de ganas de recibir el beso mas deseado, que termino en los labios de otra cualquiera; de mandar un mensaje sin sentido a un celular perdido. Pero al final de la madrugada, termine llorando en el frío y deseando que alguien alguna vez note que tengo algo especial.
Esta vez me esforcé, hice todo lo que pude y lo que no, abrí mi ser y se desangro.
El mejor regalo, la liberación, el dejarte ir y permitirme ser.
Gracias a las personas que me acompañaron en estas aventuras. Esperemos que este nuevo camino, que estreno hoy, me deje ser un poco mas.
Reflexión final: hoy, con 22 años puedo decir que soy tan débil y sensible como lo fuerte que me hago ver. También puedo decir que hoy en día noto que he madurado, que pienso mucho, pero pienso, y que quede en silencio en muchas oportunidades y ya es hora de dejar ser a esta voz interior que constantemente esta gritando.
Disculpen y Gracias.
(Y para el extremista: nunca tuviste lo que se necesita para jugarte, sos una imagen. Cuando te animes a ser, no me busque, ya va a ser tarde.)
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