La hermosa imagen del paisaje teñido de amarillo y el dulce sonido del crujir de las hojas al pisarlas o tirarte en los grandes colchones, que se forman en las plazas, de esos cuerpos que en algún momento fueron vida.
Los sueños de otoño me arrastran y me enamoran de la
sencillez de una caminata, de la vista que me regala la ventana o del simple sentimiento que flota relajado, invadiendo todo el aire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario