Invasión

Allí esta parada, mira de lejos, coquetea con ese pobre que se ha emborrachado con su aroma. Lenta como fantasma se acerca, te roza, te busca; toca en tu profundidad y se aleja unos centímetros, volviéndose inperseptible.
Algo late dentro tuyo, sientes aun sus manos frías que retorcieron tu corazón y aplastaron unas cuantas células de tu sistema nervioso. Su perfume recorre todos tus sistemas, alterando el aire que respiras, bloqueando tu mirada.
Pasan los días y la extraña visita sigue latente allí dentro casi invisible, no se sabe de donde proviene su voz, su susurro suicida que se revuelca en tu interior con ciertos ecos de soledad. Por momentos encontras esa misteriosa figura entre cuadernos, entre recuerdos de recuerdos que apilas por algún rincón muy metido en sombras, en pantallas negras y noches de insomnio. Pero es solo una fugaz brisa que se vuelve un pozo profundo en un gran agujero negro que invade una vez mas tu atolondrada cabeza.
Es una invasión , un circo de patetisismos y lágrimas que buscan salir por algún lugar. Es la angustiosa melancolía que te ha desbordado y te ha dejado inútil.