Cuando desperté me encontré con las ganas de abrazarte y llorar, se que no te gustaba verme en días grises. Me levanté de la cama y me vestí, procuré no ponerme los jeans que odiabas, y me peiné para que me veas como un "linda niña". Durante toda la tarde esperé el típico llamado "a ver, Aleja, vanga! ponga el agua niña!" siempre me molestaba que me llames así, paradojicamente en estos días, sueño con escuchar que alguien me grite ese nombre, que ahora acepto, para sentir un poco de vida y en secreto revivir algún momento pasado.
Fue inútil, me abstraje del mundo y viví en recuerdos borrosos. Te espere todo el día y nunca llegaste para tomar mates, "que pena contigo", no pude evitar molestarte con mis pensamientos. No te enojes, debe ser por el otoño o tal vez porque hace frío y tiempo, y siempre nos quedó pendiente un encuentro.