Por momentos soy un ser invisible que en ráfagas de deseos tiene ojos pegados. Muto a un ser blanco que derrocha sentimientos y desnudes, una mujer en la que tu ser se estaciona sediento de piel y ambos viajamos, mezclados, pegados, casi siendo uno hasta llegar al centro de lo prohibido, donde nos volvemos humo que se funde con nubes de polvo estelar y me esfumo, desaparezco entre tus manos y mi desierto superpoblado.
Y vuelvo en sueños a sentirlo todo, a extrañar lo imposible, a pensar en silencio de película muda, a cantar la tonta canción que escribiste en mi almohada con tinta invisible, a sentir el lado frió de las palabras, a bailar en la cama de arena, a posar mis ojos cansados en la pantalla de tu mundo de acción.
1 comentario:
¿No te digo yo? Son los puntos suspensivos. Hay que poner punto final. Así.
Compará si yo te dijera: me gusta. Tu escritura es muy ingeniosa y parece formar el diario de una soñadora.
a que yo te dijera: me gusta...Tu escritura es muy ingeniosa y parece formar el diario de una soñadora...
Como que hay algo deliberadamente secreto, y no sabemos si es bueno o malo.
Pero yo te lo haría secretamente bueno.
Publicar un comentario