sábado, 2 de octubre de 2010

Enredados

Describime con poesía, acaríciame con el susurro de las palabras, llévame en tu lengua, inventame una y mil veces. Quiero ser tu venus, tu mas imperfecta creación, tu locura, tu sin-razón, el motivo de tus enojos, de tus risas. Puedo sentirte en la tormenta, en el desierto de la ciudad, en el lado roto de mi corazón. Se que estas ahí, esperándome, sonriendo a mis absurdas preguntas, cantandole a mis heridas que ya no están, hablándole a la imagen que deje en el espejo, aquella noche en que viajamos a Júpiter y me perdí en el espacio, sin rastros, sin estrellas.
Perdida, descontrolada, insoportable. Me aleje y ya no tengo retorno a vos. Sin tus mentiras, sin mi ilusoria capacidad de caer en tus inventos; sin mi corazón, sin tu droga. Aquí intento recordarte, pero me temo que ya no me queda recuerdo neto, ni borroso.
Perdimos tiempo mi amor, perdidos en el tiempo. Adiós mi dulce Invierno, saluda a mi inocencia perdida.