No me importan tus extremos, no me asustan tus placeres, no pretendo atraparte.
Yo no tengo miedo en romper con las estructuras. Te desea cada célula de mi cuerpo y mis ojos te grabaron en mi mirada, mi mente goza con el recuerdo de tu voz, pronunciando mi nombre, con tu mano tímida, que me tomaba del brazo, mientras me elevabas a otro universo.
Chispas multicolores que te rodean, me queman en el pecho, me llenan de vida. Aquí estoy, sin un tiempo ni un lugar, anhelando verte, aunque te veo todo el tiempo en mis sentidos; extrañándote, a pesar de saber que de alguna misteriosa manera te tengo conmigo; buscándote en las calles de una ciudad en la que no habitas. Pero aquí estoy, queriendo que lo sepas."
Y el pequeño papel se fue con el viento, sin remitente, sin razón.
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