Mi pequeña infinidad

Es increíble notar las cosas hermosamente bellas que nos regala la vida. Tan pequeñas, inocentes, con voz de caramelo, locuras incomprensibles, miradas puras, sin prejuicios ni pensamientos complicados. simplemente siendo, surgiendo.
Todavía me acuerdo de la tarde en que se acerco, miro mis ojos llorosos, y con carita de preocupación, y total ingenuidad, dijo "¿te duele?", arrancándome una sonrisa y ablandando mi corazón, convirtiendo cada momento monótono, en una situación disparatada y pintando las paredes con garabatos interesantes.