jueves, 18 de febrero de 2016

De acuerdo a lo planeado II

Ahí estaba Gladys, a la luz de la luna, alejada de todo, observando el jardín solitario de aquella casa que había soñado por imposición, donde debia criar a sus hijos y hacer de esa construcción inerte un hogar. Ahí estaba sin su marido ideal y sin su amor aventurero, ahí estaba sola con su cabeza, con su libertad, con su revolución personal planeando que camino tomar. 
"¿Porque cumplir con el deseo que la sociedad deposita en mi?¿ Qué sentido tiene vivir una vida que no es mia, si yo no puedo cumplir mis deseos más genuinos?¿ Cuál es el precio de todo esto?... La infelicidad, tal vez? No es facíl arriesgar cuando se trata de tu vida y no la de una de esas protagonista de novelas mexicanas!" la pobre mujer está mareada, sobrepasada, pues ¿Como una mujer no va a soñar lo que la sociedad dice que debe soñar?¿ Como una mujer va a dejar plantado al novio en la iglesia y se va a ir a la libertad misma, sin pensar en los hijos que debía tener y en las recetas que debia cocinarle a su (no) amado esposo? Y los padres, y la sociedad! tediosa sociedad. Pero ¿esto es por la locura del perfume de un extraño o es su deseo  de libertad desprejuiciada, que se escapa por sus poros? Eran los ojos del extraño lo que la hipnotizó o era la seducción de la aventura que la animaba y excusaba para dejar atrás lo que no tenia más futuro que la monotonía?
Solo esperaba que Hugo no se acerque, que nadie notase que ella ya no estaba ahí ni allá.

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