viernes, 12 de julio de 2013

Devolveme mi sombra, toma tu reflejo

Mi sombra se pasea por tu ventana. Vos no te percatas de que juega con tus cortinas y te mira desde el rincón. Luego viene y me cuenta, y yo lucho para desterrar tu reflejo de mi espejo, que cada mañana me canta la guerra y algunas noches se enreda en mi mente. La culpa es mía, porque todavía sigo pensando en lo cobarde que fuiste o lo triste que me sentí en nuestra ultima cama, y suelo repensar que hubiera pasado si no te cantaba las cuarentas o si me dejaba ganar por tu histeria obsesiva y me tragaba mis principios.
Pero, aun así, de vez en cuando, venís a mis sueños y me matas un poco. Yo puedo levantarme, pensar un ratito y hacerme la que no te extraño, la que no te escribo ni te llamo, pero mi sombra se me escapa para ir por un poco de tu perfume y alimentar el masoquismo de, aveces, encontrarte en tu cama con la perfecta opuesta que acató las reglas de tu juego. Y me muero, me enrosco en el suelo como una adicta a la que le sacaron las drogas y la abstinencia la empapa de ansiedad, pero por suerte soy una buena actriz y aquí no ha pasado nada.

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