jueves, 27 de mayo de 2010

In.vierno en mi

" El frío invierno nos puede sorprender en este mismo lugar y poco me importaría, podría continuar por siglos a tu lado mirando las estrellas y cantándole al viento; solos... vos en mis brazos y yo en tus ojos".
Sus palabras se reproducían una y otra vez en la cabeza de Magdalena. La luna cambiaba de formas, debido a los cristales que nacían en sus ojos. El lugar vacio a su lado, cerca de un abismo entre su amor y el odio, un vacío que nadaba en recuerdos y las cosas que Martín dejo olvidadas por el universo.
El sol se enfrió y ya nadie sabe donde esta Magdalena. Una historia mas que deambula entre las leyendas de las calles pisadas con dolor y sonrisas de papel que se guardan en un bolsillo sin fondo.

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