Melisa es una joven común, muy bella y alegre. Es rara, pocas veces se la ve con la mirada perdida, pero cuando se le pregunta en que piensa, ahí nomas te saca una sonrisa y se va del tema. Creo que soy el único que la ve cuando piensa.
Recuerdo la noche que pase por su ventana y la vi sentada en un rincón, con una mueca singular en su rostro, y unos ojos brillantes, escuchando una canción un poco triste. No necesite preguntarle nada, solo escuche que murmuraba:
- El viento traía esta canción, esa noche en que mataste... recuerdo tu engaño, la forma en que me quitaste el aire...acariciaste mi piel, convirtiéndola en mármol... ese aroma a jazmín que perfuma este recuerdo...
Se levanto del rincón, apago la vela que alumbraba el cálido lugar, apago la música, y salio de escena. Vi que seco sus ojos, acomodo sus pensamientos y giro. Ambos nos miramos con cara de sorpresa y nos quedamos inmóviles unos minutos. El viento soplo, ella se acerco y robo mi ultimo beso.
Desde esa noche siento en el viento una canción y mi brazos extrañan su cuerpo.
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