viernes, 7 de noviembre de 2008

Obsesión

Como todas las mañanas, Teresa se maquillo de forma excesiva, se puso un perfume otoñal en su cuello y muñecas, se peino cuidadosamente, y se dirigió a la puerta. Antes de salir se miro al espejo, y comenzo a renegar por sus marcas de vivencias, que denotaban su experiencia de vida, sus inviernos acumulados.
Abrió la puerta, y el dar el primer paso, patea una caja. cuidadosamente se agacha y la observa. Dubitativa, discute con sigo misma, no sabe si abrirla o no darle importancia. La mira lentamente e imagina miles de consecuencias, desde la mas maravillosa a la mas fatalista. Ante tantas ideas juntas, decide llevarla al interior de su casa, y dejarla ahí hasta que vuelva de su paseo matutino por el parque.
Durante su caminata tradicional, miraba a la gente y soñaba, pero sus pensamientos se corrompía de dudas por ese objeto hallado. Como el día no era el mejor, prefirió cortar el paseo y regresar a su casa, y observar un poco mas la caja, para luego ver que hacia con ella.
Días pasaron, y Teresa no hacia mas que mirar la caja, no dormía, no comía, no pensaba. Así la sorprendió el invierno, y sus paseos murieron.
Con la llegada de la primavera, y las energías vivas en su corazón, una mañana soleada, tomo la determinación de abrir la bendita caja, y así extinguir todas las preguntas que la agobiaban desde hacia meses, al abrirla había un papel y una cajita musical. Abrió la cajita, y una diminuta bailarina clásica se asomo y comenzo a danzar. Tomo el papel, y leyó " Te espero hoy, al final del parque".

1 comentario:

... dijo...

De ahora en mas; dia a dia, hora a hora, segundo a segundo, esperare a ver nuevos textos (geniales por cierto) en este blog.



Gracias x el aviso!


Cuidate! Salú!


Elías.-