Esta cabeza es un desastre, las ideas van trepadas a una montaña rusa gritando a mis neuronas, los recuerdos escurriéndose por los rincones, mi ego aniquilándose poco a poco. El surrealismo de tus cuadros me han perdido y las drogas no alcanzan, ni siquiera logran anclarme en el mundo de fantasías en el que me he re-inventado. Aquí tirada, tan lejana, desayunando en la cara oscura de la luna, despidiéndome de tus restos, tiñendo besos de amor con colores de muerte, tejiendo telas de araña para atrapar tus sueños y susurrarlos desde el pasto.
Y al fin de cuentas, este cumulo de letras, este palabrerío absurdo no dice nada, soy tan cobarde que ni tu nombre he de pronunciar ni nunca voy a decir algo concreto, solo voy a dejar una puerta entre-abierta y una pequeña nota en tu honor.
(Gracias a tu autentico ser. Te esperé)